Las necesidades energéticas y nutricionales de una hembra gestante son mucho mayores que las de una perra adulta que no espera descendencia. Siempre que la gestación esté programada, se recomienda administrar una dieta de alta calidad previamente a la monta y luego alrededor del último tercio de la gestación cambiar a piensos Premium especiales para cachorros o madres, que presentan una composición más acorde con el estado actual de la hembra.
Una mala alimentación pobre en aminoácidos, vitaminas, minerales y energía influye en la fertilidad de la perra y en el buen desarrollo de la gestación y posterior lactancia.
Podemos ver alteraciones físicas en la madre, cómo adelgazamiento extremo, decaimiento, deshidratación etc.
Además la cantidad y calidad de la leche se ve afectada, siendo la madre incapaz de alimentar a toda su camada.
¿Estás pensando en cruzar a tu perrita? Pregúntanos sobre su correcta alimentación
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